LFA

RESCATA LFA EL AZUL

 

Por Pedro Flores

 

Las sillones cemento son testigos de la historia, recordarán que cuando jóvenes en aquel domingo 6 de octubre de 1946, como vibraron por primera vez al escuchar el Goya y los tambores y clarines que enmarcaban el juego inaugural de su hogar, el Estadio de la Ciudad de los Deportes, que fuera la Casa de Futbol Americano durante muchos años.

 

Sus muros hoy avejentados con 72 años a cuestas, recordarán con  nostalgia antes de su muerte ese 19-0 que le inflingieron los Pumas a los Aguiluchos en el juego que daría inicio a una gran época del deporte de las tacleadas que terminó en 1991 y que ahora la LFA lo recata.

 

Sus fríos barrotes en las butacas, ahora remozadas, nunca olvidarán ese 17 de diciembre de 1947, en la llamada Época de Oro del fútbol americano, cuando en su pasto se jugó ahí el “I Tazón de Plata”, mismo que ahora se conoce como “Tazón Azteca” y que México derrotó a los norteamericanos por 24-19.

 

El viejo emparrillado volverá a sentir la pisadas de los héroes modernos, pero añorará la emoción que sintió en ese primer juego internacional, con la base naval de Randolph Field, que traía en sus filas a  una tercia de All American: Arnold Tucker, quarterback, Jim Eno centro y el fullback Felix “Doc” Blanchard, además de otros grandes jugadores como el corredor Richard Russ y Jack Merrit.

 

Pero se enfrentaron a lo mejor de México en ese momento, equipo tricolor lo alineaba grandes jugadores de esa época como: Manuel “Pibe” Vallarí, Alberto “Chivo” Córdoba  Eduardo “Pocho” Herrera, Víctor Ramírez  “El Puma de las Garras de Oro”, Salvador “Tarzán” Saldaña, Alfredo “Pipo” Mota y  Raúl Benavides de centro, entre otros.

 

La historia señala a Manuel “El Pibe “ Vallarí como parte de los “ 4 Burros Galopantes,”

o sea como corredor, pero en esta ocasión la hizo de QB y en  primera anotación, conecta  con Víctor Ramírez, para el 6-0, ante un estadio que parecía caerse.

 

Pero los acarreos de “Doc” Blanchard  y de Arnold Tucker, terminaron momentáneamente  al subir el marcador a 13-6, Las porras inundaban el estadio nuevamente el certero brazo de Vallarí encontró eco en el “Chivo” Córdoba y los cartones se pusieron 13-12 al no haber extra.

 

 El “Chivo” Córdova estaba muy motivado y se puso de acuerdo con Vallarí y  con magistral carrera logró pisar las diagonales para elevar la cuenta a 13-18, pero el poder del fullback Blanchard arrastró literalmente a la defensiva, obteniendo otra anotación y subirse nuevamente ahora a 19-18.

 

Faltando muy poco tiempo para terminar el encuentro, Omar Cardona en una carrera de opción de 12 yardas, entregó al “Chivo” Córdova quien corrió como sólo él sabía hacerlo, eludiendo a sus enemigos y dejándoles sembrados en el emparrillado para poner el marcador  24-19, lo que desató  la locura en el Estadio.

 

Hoy 22 de abril e 2018,  los viejos aficionados estarán presentes en el estadio que se construyó para fútbol americano, saben que después de este juego entrará la picota y arrasará sus muros y su efigie sólo quedará en películas, como  ”Una Calle Entre Tu y Yo” o “Juventud sin Dios” que narra la vida del legendario HC de IPN  padre Lambert J. Dehner

 

En la “nube” como dicen ahora los cibernéticos, quedará la carrera de Jorge Mercado, “La Saeta Dorada” que en un juego en contra de un equipo semiprofesional, con un salto de tigres voló sobre 2 defensivos y anotó.

 

Ahí estará también el golpe artero que un jugador del tecnológico de Monterrey le dio a gran y último estrella de Pumas, Leonardo Lino, que lo  dejó semi noqueado todo el jugo, pero que de todos modos se impusieron los Pumas.

 

En el viejo estadio, se jugaron grandes clásicos entre las selecciones de  Pumas e IPN; fue casa de los equipos del Instituto Politécnico Nacional y  casa del equipo de los Pieles Rojas de Acción Deportiva. También en este estadio se jugó el primer partido de NFL fuera de Estados Unidos en 1978, entre los Santos de Nueva Orleans y Las Águilas de Philadelphia.

 

Oscar Pérez, titular de la LFA  cristalizó un viejo anhelo de los fanáticos del fútbol americano, volver a sus raíces, al lograr que dicho recinto sea “La Casa del III Tazón México”, en donde incluirá en su programa de despedida un juego de Intermedia Especial entre Pumas y Aguiluchos

 

 

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